lunes, 10 de septiembre de 2007

En la actualidad, para quienes nos toca compartir de cerca las realidades de nuestras aulas de educación media, vemos cada vez con mas agudeza, la total asincronía y descontextualización de la propuesta educativa en relación a las culturas juveniles.
La escuela como institución y la educación como sistema nada o poco han cambiado desde la epoca de Comenius ya que en términos de analisis Foulcoutiano, siguen vigentes en la actualidad, con fuerzas renovadas, todos los determinantes duros del dispositivo escolar. Sin embargo este estancamiento en el progreso de la organización escolar esta abiertamente en crisis en relación con el avance y el ritmo del mismo en la sociedad posmoderna, en la sociedad llamada del "conocimiento" y de la "información".
Frente a estos hechos realistas y visibles, nos encontramos los docentes en el centro de la puja: las políticas educativas con aires de cambios formulados por decretos y leyes, la sociedad reclamante de obligaciones y delegación de responsabilidades a la escuela -otrora obligaciones de los grupos familiares- y nuestros alumnos inmersos en culturas propias, en un mundo plagado de información, de medios, de imágenes, de hipertextos, de globalidad virtual; con todo ello y pese a todo ello debemos cumplir con nuestro rol: ser docentes.
Esta breve reflexión abre unas luces en el horizonte, en donde se viene gestando, como lo hacen siempre las explosiones, un nuevo paradigma que de paso al paradigma actual en educación, que ya queda obsoleto y ahistórico.
En futuras publicaciones ahondaremos más en la idea de este nuevo paradigma, el que ya este entre nosostros aunque haya muchos que no lo quieran reconocer.

No hay comentarios: